LIFTING


Entendiendo el problema. Comprendiendo la solución.

La cara es nuestra carta de presentación hacia los demás, el punto al cual dijimos nuestra mirada al interactuar con otra persona y la parte del cuerpo por la cual somos reconocidos y nos reconocemos como nosotros. Por todo esto, cuando el paso del tiempo va dejando sus huellas en ella, dejamos de vernos como nosotros mismos, nos disgusta la imagen que nos devuelve el espejo e intentamos con las manos revertir lo que el paso del tiempo ha dejado como sello en nuestro rostro.

Pero, ¿cuáles son esos estigmas que nos deja el envejecimiento? En primer lugar, vale la pena aclarar que los cambios producidos por este son graduales y se deben a muchos factores, entre los que se destacan la pérdida de elasticidad de la piel, el daño producido por la radiación solar y el efecto de la gravedad. En esencia, se traducen en una serie de signos que son fáciles de reconocer. Aparecen arrugas y surcos en zonas como la frente, la región periocular o los labios, así como un exceso de piel y "bolsas" en los párpados y cambios en las características de la piel y la grasa subcutánea. Comenzamos a ver la profundización de los surcos existentes entre los labios y las mejillas, la pérdida de definición del óvalo de la cara a nivel del borde mandibular o la falta de un límite neto entre la cara y el cuello, entre otras cosas.

Son precisamente estos últimos cambios los que logra contrarrestar el lifting o estiramiento facial. El procedimiento consiste básicamente en reposicionar los tejidos de la cara y el cuello logrando recuperar el aspecto lozano de la juventud.

¿Para quienes?

El lifting está principalmente indicado en aquellos individuos que han notado que su cara y cuello han perdido las características que tenían años atrás. Estas personas sienten que su cara no condice con su estado interior y sus energías y, están preocupados por dejar de tener aspecto de cansados.

Se trata en general de hombres y mujeres por encima de los 50 años de edad, generalmente muy activos y con mucha vida social, que esperan volver a verse "bien".

¿Dónde realizar la cirugía? ¿Qué anestesia se utiliza?

Por ser un procedimiento quirúrgico, debe realizarse en un ámbito quirúrgico. Generalmente se realiza como procedimiento único y, como tal, puede utilizarse anestesia general o neuroleptoanalgesia (sedación anestésica), procedimiento este último que combina drogas sedantes y analgésicas brindando un confort similar a la anestesia general. También puede asociarse a otros procedimientos como una cirugía de párpados, pero en todos los casos, será una decisión final tomada entre el cirujano y el paciente y, en dichos casos se prefiere la anestesia general.

¿Cómo es el postoperatorio? ¿Qué cuidados deben tenerse?

El lifting es un procedimiento ambulatorio, produciéndose la externación a las pocas horas del postoperatorio, dependiendo del tipo de anestesia utilizado y la evolución inmediata de este.

En el quirófano se le realizará un vendaje específico, el cual se retira hacia las 72 hs. Durante esas primeras horas es habitual la aparición de edema (hinchazón) y algunas equimosis (hematomas) en las zonas operadas. Se le indicarán analgésicos para estos primeros días, así como medidas para contrarrestar la aparición de edemas; también la inmunización antitetánica si correspondiese. En sus primeros días se le indicará reposo relativo y, aunque podrá deambular, se le prohibirá realizar esfuerzos importantes. Asimismo se le indicarán sesiones de drenaje linfático manual desde el día 7, para acelerar la recuperación y mejorar la reabsorción de los edemas.

El lifting facial es un procedimiento destinado a corregir los signos que el paso del tiempo va dejando en nuestros rostros cuando los demás tratamientos han fracasado en su intento por hacerlo...

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