¿Quiénes son candidatos para la blefaroplastia?

Por tratarse de un procedimiento sencillo, cualquier individuo que desee corregir algún defecto de sus párpados puede someterse a una blefaroplastia. Por lo general se trata de personas que reniegan del aspecto cansado de su cara, mujeres que no pueden maquillar sus párpados como lo hacían antes o, en otros casos, individuos que sienten que el peso de sus párpados les dificulta la visión. Es importante aclarar que la blefaroplastia no corrige las llamadas "patas de gallo", las cuales se deben a otra causa, y por lo tanto deben recibir otro tratamiento.

En la consulta se evaluarán las características de los párpados, de las cejas y la necesidad de corregir defectos específicos, a fin de definir la táctica quirúrgica de cada caso en particular.

Esta cirugía puede realizarse como procedimiento único o en forma conjunta con otros procedimientos faciales (lifting, rinoplastia, etc.) y entre ellos merece una mención especial el levantamiento de cejas (brow lift) el cual puede hacerse de manera conjunta por la incisión del párpado superior, sin el consiguiente agregado de cicatrices, y que muchas veces está indicado por tratarse de un defecto que acrecienta la patología existente en el párpado en sí mismo.

¿En dónde se realiza la cirugía? ¿Qué tipo de anestesia se utiliza?

Por tratarse de un procedimiento quirúrgico, el mejor lugar donde se lo puede realizar es en una sala de operaciones, en el marco de una institución que nos brinde el apoyo necesario tanto para el acto quirúrgico, como para el postoperatorio inmediato.

El tipo de anestesia utilizado va a variar según se trate de un procedimiento único o múltiple, de las preferencias del paciente o de la existencia de condiciones que contraindiquen alguno de ellos.

Puede emplearse entonces anestesia local, general o neuroleptoanalgesia (sedación anestésica), procedimiento intermedio entre las anteriores. Por lo común aconsejamos alguno de estos dos últimos, a menos que se trate de procedimientos múltiples, en cuyo caso optamos por la anestesia general.

¿Cómo es el postoperatorio? ¿Qué cuidados se deben tener?

En el período postoperatorio inmediato se produce un edema (hinchazón) de la zona operatoria que varía en cada caso. También es común la aparición de equimosis (moretones) en la región periocular. El edema alcanza su mayor expresión a las 72 hs. para comenzar a ceder a partir de allí, las equimosis pueden permanecer hasta unos 10 días.

La aparición de molestias es considerada normal y para disminuirlas se le indicarán analgésicos. Puede aparecer una sensación de visión borrosa durante las primeras horas, más frecuente con el uso de anestesia local.

Para las primeras horas del postoperatorio, la actividad física debe quedar reducida al mínimo, sobre todo esfuerzos que aumenten la presión arterial (levantar objetos pesados). A partir de las primeras 72 hs. la actividad se encamina hacia una gradual recuperación de las tareas habituales. Los puntos de suturas se retiran hacia el 5to o 7mo días y hasta entonces se le indicarán curaciones diarias con cremas específicas, así como el empleo de medios físicos (frío) para la disminución del edema. Se le indicarán sesiones de drenaje linfático manual a fin de acelerar la recuperación a partir del 7° día.